Si Dios quiere, en marzo de este año mis abuelos se van a venir a España. Mi abuelo tiene 84 años y mi abuela 81. Él es nieto de españoles y ella nació en Italia en plena Segunda Guerra Mundial. Actualmente, viven en Buenos Aires, Argentina.
Uno de los problemas de los argentinos es cómo mover dinero al extranjero. Es cuestión de tiempo para que esto se liberalice, pero hoy en día sigue habiendo muchas trabas.
En nuestra luna de miel en Argentina, nos pasó algo que ilustra esto perfectamente: por lo caro que está todo, el efectivo que llevamos no nos alcanzó, así que tuve que transferirme dinero desde España probando distintos métodos para ver cuál funcionaba mejor. Probé criptomonedas y transferencia bancaria a mi cuenta en el Banco Supervielle. Adivinen qué: las cripto llegaron al instante y pude cambiarlas a pesos argentinos sin problema, mientras que la transferencia al banco nunca llegó. Increíble.
Ahora, con el viaje de mis abuelos a España, me puse a investigar la mejor forma de ayudarles a traer un poco de dinero. La solución que encontré fue simple y eficiente: uso Binance para conectar con MercadoPago, donde ellos me transfieren el dinero en pesos. Con eso, compro una stablecoin como USDC, que está respaldada 1 a 1 con el dólar. Luego, envío los USDC a mi cuenta en Coinbase España, los convierto a euros y los transfiero a mi cuenta Revolut en cuestión de minutos. ¿Resultado? Tengo el dinero disponible de inmediato, con mejores tasas de cambio y sin (o con muy bajas) comisiones. Mucho más eficiente que los sistemas financieros tradicionales.
Pero no todo es color de rosas
Como no soy experto en criptos, ayer a la noche cometí un error que me dejó despierto hasta tarde. Intenté transferir USDC de Binance a Coinbase usando la red BNB porque la comisión era 0. Gran error.
El dinero nunca llegó a Coinbase y tuve que iniciar un proceso de recuperación. Para hacerlo, tuve que descargar la Wallet de Coinbase y recibir ahí los fondos. Pero no fue tan fácil, porque Coinbase no soporta la red BNB. Para solucionarlo, instalé MetaMask, conecté la wallet de Coinbase y logré transferir los fondos de vuelta a Binance. Luego, convertí los USDC a la red BASE (que sí es compatible con Coinbase) y volví a transferirlos correctamente.
Todo esto me lo podría haber ahorrado si desde el inicio hubiera usado la red BASE. Y sí, todo esto lo aprendí esta madrugada.
Esta experiencia me dejó algo claro: las criptomonedas no solo están transformando la forma en que movemos dinero, sino que también nos obligan a entender mejor el sistema financiero del futuro. La eficiencia, la inmediatez y el control que ofrecen son impresionantes. Y aunque todavía tienen su curva de aprendizaje, una vez que las dominas, te das cuenta de que el futuro del dinero ya está aquí.
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